miércoles, 17 de noviembre de 2010

Intenseando

Al parecer es inevitable, no quería caer en este estereotipo blogero, pero ¡qué demonios! ahí voy:

Hoy me dieron ganas de caminar con un par de ideas en la cabeza. La propia incomodidad de mis actos provocaron unas ganas intensas de soledad y deambular. Siento una ligera molestia, como un pellizco en un sentimiento más grande, abarcador, parece ser entre melancolía y placer.

¿Qué nos hace especiales? Por que ese afán de pertenecer para luego estar buscando sobresalir en esa pertenencia ¿Qué es ser especial? Creo que ser especial es el lenguaje que existe con otro individuo, esa semiótica única que encuentras en la interacción con el otro, eso que sólo existe ahí, en ese momento que es irrepetible; para mi madre soy especial por que existe una esa comunicación única, de gestos, miradas, formas, movimientos...y al parecer es uno de los motivos de por que se dice que madre es la que cría y no la que engendra.

¿Qué es ser especial? es conocer el alma, disfrutar y hacer disfrutar el movimiento de otro ser siendo, estando; especial no es ser diferente si no buscar esos momentos únicos en la interacción.

Pienso también en lo superficial en aquellas formas que están y viven y que no importa su contenido o más bien no se te antoja conocerlo, en los objetos que no los quieres hacer tuyos o las personas que no quieres que "sean tuyas" o que no estan interesadas en que tú "seas de ellas". Esas son mis relaciones, superficiales, de formas, pero no de contenidos, las razones del por qué funcionan de esa manera las desconozco, sólo sé que lo único que tienen en común soy yo y que eso me hace pensar que soy la del "problema".

Pienso en el caminar en la ciudad y su capacidad absorbedora, las múltiples facetas de una misma calle...¡lo que hace la mirada!.. son diferentes calles en el tiempo, por que uno deja de ser el mismo y permite ver otras cosas que siempre existieron, pero no estabamos preparados para ver.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Hay que formar un pensar


Hace unos días estas líneas se me pusieron enfrente: "Un día, la necesidad de espacio se hace sentir...Nos asalta de repente.." eso fue lo que sentí cuando inicie este blog, necesitaba crear un espacio, después me dí cuenta que era con un fin: pensar por cuenta propia, comprender la realidad desde un determinado punto de vista y asumir lo que implica adoptar uno. Sencillo pero difícil a la vez.


Y es que eso de tener puntos de vista es complicado, por que cuando nos preguntan lo que opinamos acerca de... dejenme ver... ¡lo que sea!, nuestra respuesta estará guiada por un análisis de "formas". Veamos: ¿Responderemos de la misma forma a la aparente sencilla pregunta -¿qué opinas de estos calcetines?-A la ñora que se le acerca sin conocerle en un centro comercial, a su jefa de trabajo, a su jefa de familia ó un experto en calcetines? Se me hace que no, y si lo ponemos más interesante: ¿Le Responderemos de la misma forma a la pregunta -¿qué opinas de estos calcetines?a la ñora que se le acerca sin conocerle en un centro comercial en Tanzania, a la jefa del trabajo de la que vive secretamente enamorado, a su jefa de familia que lo golpeo de chiquito, a un experto en calcetines que no tiene un brazo?


Si cambiamos la forma de cada personaje, cada lugar, cada ser (y eso que no planteamos la forma en la que le pregunta la amable ñora, ni la forma de ser de cada uno de nosotros) pus así no se ve como fácil saber de que forma reaccionaría uno! Lo que sí es segurito es que reaccionaríamos, de una u otra forma, lo hacemos todo el tiempo, somos expertos en analizar estas "formas" que nos ofrece la realidad y adoptar un punto de vista para responder a preguntas como ¿que opinas de estos calcetines?


¿Qué es eso de las "formas"? ¡quién sabe! pero ¿a poco no sirve para todo? . Da la impresión que la palabra forma la utilizamos para referirnos a algo de fondo, que es complejo, que es profundo, que no es tan fácil de describir, que si está para pensarle: decir "Me gustó su forma de ser" es diferente a decir: "Me gustó porque es buena onda". Decir "Me caga su forma tratarme" es diferente a decir: "Es un grosero, me hizo jetas".


Cuando no sabemos muy bien como describir algo utilizamos la palabra "forma"; por que parece que es más rico en contenido que decir tajantemente: "es buena onda" ó "es grosero". Si uno piensa en "formas" es más probable detenerse y preguntarse: "¿Cómo chingados describo su forma de ser?", invitarnos a pensar mas en ello. Si uno es concreto, tajante, superficial, dice: "Es buena onda". De un tiempo para acá alguien nos dijo que debemos ser concretos (no me crean pero si hay que culpar a alguien yo culparía a la ciencia) sin embargo, parece que para dar un buen punto de vista, es mejor pensar en "formas"; como que invitan más a reflexionar.


Volviendo al punto: podemos ser taaan buenos dando puntos de vista, lo hacemos todo el tiempo; hacemos un análisis de "formas" de la realidad, para dar respuestas de lo que opinamos, muchas veces guiadas por el sentido común; ese sentido que compartimos con los demás, por que todos lo pensamos igual: "¿Qué color es ese? ¡pus rojo!" pus sí, ¡obvio que un día todos acordamos que así se llamaría! es ¡sentido común! Pero qué tal que llegue un gringo que no sabe hablar español, ya no será rojo, será red y si llega un francés será rouge. Sabemos que pensarle en otro idioma es otra "forma" de pensar, como que carga con la cultura... entonces el sentido común es cultural.


Tener un punto de vista depende de un análisis de lo social, de la cultura, del sentido común, de las "formas" de la realidad. ¿Soy yo? o entonces para opinar, hay que pensar cada vez menos en las "formas" individuales por que como que no invitan tanto al análisis y pensar cada vez más en "formas" sociales, simplemente por que pensar por cuenta propia no es una tarea individual, ya que dependemos de lo social para construir nuestras opiniones, nuestros puntos del vista. Preguntas como ¿Qué pedo con el narcotráfico en México? ¿Porqué uno se la pasa en twittter o facebook? ¿Vale la pena pensar? ¿Qué te pareció ese libro? las debemos contestar como nos lo dictaría el sentido común: analizando las "formas" de acuerdo a nuestro lente cultural.


Y cuando llegue a esa conclusión (sin saberlo) me dije: pensar por cuenta propia, tener un punto de vista no es una tarea de mi individualidad, es un tarea colectiva, que necesita espacios para pensar en formas y divagarle sabroso, por que está forma en la que pienso (me dice mi sentido común) alguien más pensará y mi análisis de formas servirá tal vez para generar alguna opinión.


P.d- Gracias a todo aquel que me ha preguntado ¿qué pedo con mi blog? eso eleva mi ánimo y me vuelve una antisocial posteando un viernes por la noche.



miércoles, 19 de mayo de 2010

La metrópoli cerebral




Últimamente -a eso de un par de siglos- ha sido aplaudido por todos nosotros eso de la inteligencia. Es bien visto que se tomen decisiones razonadas, que los proyectos deban ser planeados y organizados (el 1.2.3 de lograr objetivos), tenemos respeto por las personas que utilizan lenguaje rebuscado y dominguero, aplaudimos como los edificios son inteligentes, las computadoras, los celulares. No cabe duda que la inteligencia es una virtud ovacionada. La cosa es que nos hemos preocupado tanto por ser listos, por vernos listos, que olvidamos que también sentimos. Tenemos como resultado sociedades en donde reprimimos nuestros sentimientos en este afán de anteponer la razón; y de repente vivimos con estrés, tics nerviosos, adictos al café, colitis nerviosas, gastritis y todas esas bonitas cosas que le llegan a la panza (que al parecer es un órgano más afectivo que el corazón); el cuerpo no aguanta, y de alguna forma debe pedir auxilio. Por más hermético que quiera ser uno, no podemos dejar de lado el componente afectivo que siempre está presente en nuestra cotidianeidad, simplemente por que nuestros pensamientos son afectivos, y pues es bien sabido que eso de dejar de pensar esta difícil.


Pensar, no es lo mismo que ser inteligente, al menos no en este escenario social. Ser inteligente parece que se reduce a decir y hacer cosas inteligentes y cuando uno piensa también puede pensar boberías, irrelevancias. El pensamiento puede ser técnico y rígido, como el de las computadoras, pero es más afectivo, por que el pensamiento a diferencia de la inteligencia no le importa ser astuto, mas bien lo que le importa es interesarse en algo o alguien. Ese es el pensamiento de nuestras sociedades, el que se interesa por cosas, como el futbol (que creo que es mas lindo escribirlo sin acento, ya que en México casi nadie lo pronuncia) En estos días mundialistas hemos visto como el país entero ha pensado en el futbol y ha modificado su rutina en torno a él, incluso algunos afirman que durante éste periodo la productividad del país caería un 20%, cosa que si analizamos, no suena muy inteligente de nuestra parte, pero si le preguntamos a cualquier tipo en la calle, tiene tooooodo el sentido que aceptemos el trato no dicho entre nosotros: "¡al diablo el trabajo, viva el Fut!"


Por fortuna o desfortuna las personas pensamos y gracias a ese pensamiento le damos atributos afectivos a las cosas, como cuando uno se disculpa con el refri, o con la estufa, por haber dicho tal o cual cosa, cuando piensa que la computadora se "volvió loca" o que el coche es como un hijo. Las sociedades piensan por que sienten. El sentir nos permite ver totalidades, no segmentos, nos sitúa en un tiempo y un espacio en donde solamente fluye el acontecer de forma continua, produciendo y negando formas que están conectadas, no que están separadas, para separar está la inteligencia. Piense cuando nos encontramos tristes no somos tristes a ratitos, el sentimiento abarca, nos secuestra, y tooooodo parece muy triste, o cuando uno se enamora, que de repente tooooodo se enfoca en la cosa que ama, o cuando uno tiene dolor de panza, parece que tooooodo lo que está alrededor está regulado por ese sentir.


La inteligencia en contraste, fragmenta, por que cree que es mejor abordar los fenómenos por partes y no es práctico ni eficaz ver las cosas en su totalidad, como las empresas en donde todos tienen una tarea bien establecida para que funcione; la inteligencia nos ha llevado a especializarnos cada vez mas en áreas particulares, a hacernos cada vez mas "chingones" en lo nuestro. Especializarnos en ciertas funcionalidades, desde criar hijos hasta hacer dinero como el Carlitos Slim. La inteligencia segmenta la realidad en tareas separadas, que constituyen un trabajo total.


Sentir, pensar abre los conductos al proceso cultural, nos permite encontrar el sentido que le damos a la vida. Culturalmente el sentido que tenemos de la vida en las metrópolis es trabajar, para tener dinero, no para hacer cosas, si no para tener maaaas dinero, pero si abrimos nuestra percepción y comenzamos a sentir a nuestro alrededor, tal vez comencemos a preguntarnos ¿qué sentido tiene nuestra existencia en la vida? ¿en qué realmente nos interesamos? sé que no suena muy atractiva la reflexión, pero al menos no actuaríamos como maquinitas y priorizariamos nuestros sentimientos, antes de reprimirlos. Parece que eso en este momento en nuestra metrópoli cerebral, no lo estamos haciendo.

martes, 11 de mayo de 2010

La vie


De todas las analogías que se puedan hacer de la vida, la que más me gusta es: la vida es como una montaña rusa (fue difícil elegir, por que con el ritmo de Jhonny Laboriel con "la vida es un tómbola" y la sinceridad de Homero Simpson con "la vida es como una naranja" la contienda estuvo reñida); y es que emocionalmente describe perfectamente como en la vida tenemos momentos en donde estamos arriba, felices, con emoción, sintiendo y sintiendo cosas en la panza, con ganas de vivir, de arriesgarse; por que la vida no está hecha de cosas medibles, ni conductas, ni quehaceres, ni objetivos, si no de puritito sentimiento; de ahí que en el TOP de todos los tiempos de "cosas que dan sentido a la vida" este el amor ( a los hijos, a su gato, perro, pareja, padres, chambas, etc) y Dios, que es una entidad totalmente sentimental, vivimos por que sentimos, el que no siente esta muerto -literalmente-, tan cierto es que hasta el soudntrack cotidiano está lleno de rolas que nos hablan de ello, de los sentimientos, rolas cuyo tópico se puede resumir en: "sin tí no vale la pena vivir" en el micro, en el metro, en la ducha, en el coche, en la ofinica, etc, que nos recuerdan todo el tiempo que a esto de lo sentimental lo hace uno "sentir vivo ou-oh-oh-oh-óh!".


Y es que es re-sabroso estar viviendo con la piel chinita, con sentimientos a flor de piel, con hoyos en la panza o mariposas en el estómago, a veces uno es tan distraído que ordinariamente no se da cuenta de los momentos en que está siendo feliz, la iluminación llega después, generalmente cuando ya estamos en la lejanía y decimos: "estuvo bien chido, me la pasé increíble, fue la onda, que se repita" y gracias a los sistemas estos del cerebro que siempre nos hace paros en los momentos adecuados, nuestra memoria hace lo suyo atesorando esas imágenes, colocando los sucesos en la categoría: "como olvidar cuando..." Y es que estamos tan mal acostumbrados a pensar que la felicidad está en el futuro, que trabajamos para llegar a ella, como si fuera el objetivo, y no nos damos cuenta que en el camino de la vida nos toca unas cuantas veces, tal vez al día, a la semana; parece que estamos tan metidos en nuestros asuntos "importantes" que hasta la felicidad pasa inadvetida. La felicidad no es eterna, es efímera e intermitente, como aquellos momentos en donde estamos arriba en la montaña rusa, esperando ávidos la picada con "susto pero con gusto" -parafraseando a la filósofa latinoamericana, de corte totalmente existencialista ¡Ana Barbara!, hay que juntar firmas para que: "me asusta pero me gusta" sea su epitafio ¿no? yo sé que por acá pasa mucho fan-.


Ni modo, inevitablemente uno tiene que ver y vivir la picada, los diversos tipos de situaciones a los que se puede enfrentar un ser humano, que puede estar preparado o no para desafiarlas, que nos hacen estar de un momento a otro en una agraciada horizontal, en una estabilidad, o nos lleva a estar abajo en la montaña, deseando volver arriba, que no necesariamente es malo, si no que la misma distancia que del suelo a las alturas, provoca cambios . Sí, la realidad adopta formas confusas, incluso amorfas, oscuras, tristes, que provoca que uno se sienta de la mismisima fruta! pero reta a nuestra creatividad a salir de ese estado, buscando formas de emerger de ella, a través de un motor que no es mas que otro sentimiento: la melancolía, que nos ubica en el escenario adecuado para revolcarnos en nuestros lodos y mierdas y nos facilita las herramientas para descubrir verdades, nuevas ideas, conocimientos, todo con la finalidad de evitar seguir sintiéndonos absurdos y cual ave fenix resurgir de nuestras cenizas para subir de nuevo y volver a caer, en picada.


¿Qué sentido tiene estar en esta montaña? ¿qué sentido tiene estar arriba para luego caer? ¿qué sentido tiene la vida? Soy una insolente por plantearmelo y mas aún por aventurarme a dar una respuesta. A mi me queda claro que la razón por la que me levanto cada mañana para vivirle es por que en la realidad hay cosas que me interesan, la familia, los amigos, mi perro, libros, peliculas, que el cielo este nublado, que esté soleado, la chamba, las notas del periódico, escribir mi blog, la conversación, los espejos, los chistes y cualquier tipo de cosa que se pueda imaginar, la realidad debe ser interesante, si no me interesa nada ¿valdrá la pena vivir? lo dejo a su criterio.


Por el momento me encuentro abajo o ando en picada o no sé si ya llegué, supongo que el tiempo dirá, yo soy paciente y sigo esperando.Tengo tanta fe en qué lo que expongo aquí es cierto, que estoy convencida que algo cambiará y que encontraré la forma de sentirme mejor, por que finalmente si la vida es como una puta montaña rusa, eventualmente estaré escribiendo desde arriba...así que mas me vale tener razón.

miércoles, 5 de mayo de 2010

El mirror


¡Levante la mano el que NO tenga un espejo en su hogar!... ¿No?.... ¿Nadie? Fíjese namás. Contar con un espejo es tan básico como tener un retrete en nuestras vidas. El espejo cumple las reglas tanto físicas como psicológicas de la reflexión; al parecer todos los seres humanos necesitamos reflexionar al menos cada mañana en nuestras vidas, necesitamos vernos, reflejarnos, reconocernos.

Y no solo hacemos está bonita tarea frente al espejo, no conforme con tener uno en nuestra casa, también andamos reflejándonos en cada cosa que se nos pone enfrente (léase personas u objetos). Cada que establecemos una relación con alguien o algo -y me refiero desde pagarle al señor amable del micro, hasta la mermelada que elegimos para nuestros panes tostados- estamos llevando a cabo interacciones, reflexión; como quien dice nos andamos reconociendo a diestra y siniestra, establecemos nuestras relaciones con objetos como con las personas basándonos en este reconocimiento. Si yo no veo nada que me identifique en una persona o cosa pues no le voy a poner mucho interés que digamos, así es como uno se hace de amigos y de ciertos productos, a través de la identificación. Nuestra personalidad está dictada por estas relaciones, si yo conozco a alguien que tenga increíbles ideas, pues voy a adoptarlas -Sandra es la onda, eso de la reflexión y los espejos si se la compro- y si no, pues las voy a desechar pero también tomaré una postura al respecto -Pinche Sandra loca, espejos y reflexión hueva, hueva!-. Nuestra forma de vestir, nuestra manera de hablar, nuestros gestos, las palabras que utilizamos, nuestras ideas, lo que somos, son producto de estas interacciones, de estas reflexiones que llevamos a cabo en los espejos que la realidad nos ofrece. Entre mas uno se va reflejando en espejos de todos tipos: personas, lugares, cosas, situaciones, conversaciones, lecturas, ideas y un gigante etcétera pues uno tiene mas chance de explorarse a si mismo a través de la reflexión.

Y es que esa necesidad de reconocernos es taaaaaan vital para el ser humano, que necesitamos comunicarlo, como si uno le estuviera diciendo al mundo: ¡Mira! !Mira! ¡Estoy vivo! ya lo dice Javier Marias: "No soportamos que nuestros allegados no estén al corriente de nuestras penas, no soportamos que nos sigan creyendo más o menos felices si de pronto ya no lo somos, hay cuatro o cinco personas en la vida de cada uno que deben estar enteradas de cuanto nos ocurre al instante (...) que nos crean vivos si nos hemos muerto". El lenguaje es una de las formas de estar llevando a cabo la reflexión, la conversación, por que como bien lo dice Marías uno tiene la necesidad de poner al tanto al otro de nuestras vidas, por que cuando uno tiene enfrente alguien para charlar de su existencia y comienza hablar de lo que paso en el día, de como le fue en el trabajo, del chiste que le hizo reir, de la ñora del metro que aventó su bolso estando fuera, de la tristeza, felicidad, amor que le provocó tal o cual cosa, no hacemos más que pronunciar lo que tal vez en ese momento ni uno sabía, por que cuando nos narramos de paso uno se está enterando de lo que uno mismo dice, reflejándonos en nosotros mismos. Incluso cuando uno piensa, existe un monólogo, que no es mas que una forma mas de conversar, pero con uno mismo, con el ser social que se ha creado através de estas interacciones espejiles que tenemos a lo largo de nuestra vida, si lo social no es externo amigos, esta bien dentro, cuando uno se ve al espejo cada mañana, lo que ve no es un individuo, si no un ser social. El individuo es sociedad.

miércoles, 21 de abril de 2010

Soy leeeeeeenta

La velocidad según los físicos- es una medida que involucra la distancia que recorre un objeto en determinado tiempo, y hasta tiene formulas muy monas que la pueden comprobar; pero para efectos de la vida, la velocidad es taaaan relativa qué, mas que una unidad de medida al parecer es la capacidad que tenemos para percibir el mundo.


Ir a prisa o ir a paso calmado cambia nuestra configuración mental, modifica la ética y estética de nuestro alrededor cotidiano. Hoy en día estamos tan enajenados con eso de la prisa, la modernidad nos ha orillado a que las cosas se tienen que hacer rápido, que hay tiempos para todo, tenemos autos que nos permiten llegar más rápido, comemos en lugares fast food, internet en infintum, hasta las estaciones del año nos urge que pasen rápido, en los centros comerciales en pleno julio ya hay ofertas navideñas y ropa para la "próxima temporada". Al parecer estamos presionados para favorecer a la insatisfacción, tenemos la idea de que sentirnos satisfechos es igual a la calmar de nuestra alma; esto modifica la forma en la que percibimos el mundo, nos vuelve seres ansiosos impacientes al no respetar el tiempo que establecen las cosas: los lugares que visitamos, la gente que conocemos, las relaciones que establecemos, no van mas allá de calmar el ansia (que en castellano es angustia que se hace acompañar por cierta neurosis) del deseo de conocer lugares/ socializar/ o sentirnos queridos/ respectivamente. Estamos olvidando que la capacidad de aplazar la gratificación, también es la onda y además que es una forma de desarrollar nuestra inteligencia, la independencia, el pensamiento propio. Si no se me cree, pregunten a la toda la bandita que busca la fama y la encuentra de un día para otro, la rapidez es igual a la locura espacial, pierden el suelo por que no son muy listos que digamos


Cuando uno anda por las calles con prisa, no tiene en la mente mas que el objetivo de llegar o hacer los pendientes que tiene, la visión no va mas allá de la ansiedad que representa el tráfico, el transporte público, el exceso de trabajo, etc. A uno no le da chance de ver el amanecer, lo lindo de las calles, la luna redondota como una pelotota que alumbra el callejón, las sonrisas de la banda o incluso el nuevo corte de cabello de la esposa. La prisa omite los estímulos de nuestro alrededor, uno no le da chance al ser de percibir el mundo, por eso cuando uno anda "con las prisas" pierde las llaves, no sabe donde dejo la cartera, o mete el queso en el cajón de los calcetines. La impaciencia, el ansia, la prisas, el pendiente o como usted desee llamarle cambia nuestro ritmo emocional y de repente uno se encuentra de malas por cualquier cantidad de irrelevancias, como : ¿viste que me vío feo? ¿por que no acelera si vamos en el carril de alta? ¿que sucede con la gente en el metro? ¡ese lugar yo lo estaba apartando! y si esa prisa invade no solo a uno si no a gran parte de los que habitan la metrópolis, pues tenemos un bonito escenario violento, por que para el camino corto la violencia es un gran aliado (¿narcotráfico y corrupción les dice algo?).


Y cuando uno va en calma, la cosa cambia. Cuando la vida va a 5 km/h que es la velocidad del caminar a uno le da tiempo para volar. Cuando se va con calma, el pensamiento se llena de reflexiones, de sueños, de situaciones, desde las más bobas -si mi ex me encontrara fa-bu-lo-sa con mi nuevo galán, seguro diría...y yo diría...y él- hasta las mas ingeniosas -¡lo tengo! esa debe ser la cura para el SIDA-. Dicen los que se dedican ese negocio de generar ideas que la mayoría de éstas les vienen a la mente camino a sus casas o mientras están en la ducha, ya decía Simmel que "las relaciones mas profundas y escenciales de las cosas se nos dan a conocer, en primer lugar, bajo circunstancias mezquinas y ridículas" y creo que tiene razón. Cuando uno le baja a la velocidad, la percepción se abre y entonces a uno le dan ganas de contemplar, de observar, de que su memoria se detenga en cada detalle, como cuando uno va de vacaciones y ve paisajes bien bonitos que lo mejor que puedes hacer es gozar cada pinceleada, o cuando se visita un museo, al museo en definitiva no se puede ir con prisa, por que la contemplación está casada con la calma y su hija es la atención.


La calma es una de las razones por las cuales en provincia los días sean mucho más leeeeentos, si la gente se conoce en un pueblo y todos saben los chismes de todos, no es a causa del espacio, ni que sean poquitos, es por que tienen la calma y se toman su tiempo para conversar con el de la tiendita, la de los tamales y pregúntarles como está su vida, sus hijos y por ahí las primeras planas de los tabloides locales, como "¿quién se fue pal norte?" u "ora quién se embarazó".


Curiosamente aquellas cosas que se hacen con calma, no tienen o no resultan ser prioritarias en este negocio de la vida moderna, cosas como la lectura, la escritura, la ida al museo, al cine, las conversaciones, son actividades que caen en la categoria: nada. Es común que cuando nos encontramos haciendo alguna de éstas actividades y alguien llegue y nos pregunte ¿qué haces? uno conteste: nada. Aparentemente no son actos que resulten inminentes, por eso la gente no lee, ni escribe, ni debate, en una sociedad donde no es "nada" ¿a quién se le va a antojar?. La nada es igual a no estoy siendo productivo y que bonito es no serlo, alimenta el espíritu.

Como sea, pareciera que este bonito capitalismo en el cual vivimos nos reta a ser mas creativos e ingeniarnolas para que, apesar de todo este acelere y fanatismo por lo efímero, encontremos la forma de darle un sentido a la vida más allá de estar IN en las innovaciones tecnológicas (que disque hacen la vida "mas fácil" -una cosa es que sea una herramienta y otra cosa es que sea un instrumento para el desarrollo de la inutilidad y pendejez), zapatitos de moda o trabajos atrapa-vidas. La vida corre en nuestra ausencia, por más extraño que suene, así es, de vez en vez está padre contemplarla.

lunes, 12 de abril de 2010

El Bellisismo

Aaahhh, que bonito es contemplar la belleza, aquello que nos parece encantador, aquello con lo que uno se detiene y dice: caray, ¡qué bonito! y lo lindo es que esto lo puede provocar desde una portada de Vogue hasta las letras más exquisitas, uno puede encontrar belleza en todos lados, en cualquier objeto, desde lo más abstracto hasta lo más tangible.

La belleza abarca una capacidad que tenemos los que podemos decirnos "humanos" para fusionarnos con las cosas, cuando uno logra identificarse, verse, reconocerse en ellas (¡sí señores!, podemos hacer eso, en analogía es lo que hacían Goku y Vegeta en Dragon Ball Z pero con cosas) puede ser una pintura, un texto, una persona, una calle, una rola, un sentimiento, una peli, una silla y gran etcétera que engloba todo lo que pueda existir en el universo. Es un madrazo de la realidad que llega al directo al espíritu, vaya, tan intenso es el trancazo que es "una invitación a unirse íntimamente con el objeto" o al menos eso dice Kant -y dicen que él sabe- .La belleza es justo ese placer de estar absorto en el objeto, de disfrutarlo, de sentirlo; es tremendo, seguramente usted que lee, ha pasado en algún punto de la vida por dicha experiencia, admirar algo que nos parece insuperable... nieguen que es bien sabroso.

¿A poco no se les antoja adquirir ésta cualidad de lo bello, que su ser invite a la interacción, a poco no la desean? ¡Todos la deseamos! háganse mensos, si namás pregunte por cortesía y por que no sabía como iniciar el siguiente párrafo, pero es evidente que la anhelamos y aquí si le cedo la palabra a un cuatito del alma, Georg Simmel que le dicen, que explica mil veces mejor lo que yo les quiero decir: "durante siglos una generación a transmitido a la otra el ideal de la belleza y su creencia en él, y cada una lo ha cultivado a su manera, arraigándose cada vez más firmemente en dicho ideal, hasta que, finalmente, una enorme sed de belleza, herencia de tan larga evolución, se ha vuelto innata al alma". ¡Cómo la ve! siempre la hemos querido, nos lo han inculcado, siempre hemos tenido la necesidad de "arraigarnos a ese ideal", andamos sedientos de ella dice el Simmel, ¡claro! lo bello es tan chido, tan resplandeciente que opaca a lo mundano, como no la va a desear a uno, pus por eso la vida es tan oscura y desabrida, por que ante éste ideal de belleza que anhelamos ¡pues qué se va a ver bonito! ¿Y cuál es el ideal de belleza actual? pues si tiene duda namás abra una revista y lo verá, creo que no hace falta abundar ¿no?

El deseo no es mas que la distancia que tenemos con la cosa, entre más lejos, es más inalcanzable y entre mas inalcanzable pues más lo desea uno. Imaginese usted a un feo, una persona horrible (lo siento así como existe las cualidades increíbles de las cosas, también existe el repele, lo horroroso,aquello que nomás uno voltea a otro lado para no verlo) va a desear la belleza con mucha más intensidad, que una persona que no está tan de la fruta, justo por la distancia que los separa, y esto puede ocasionar una vida llena de frustraciones, porque la belleza hoy en día mas que incluir, excluye. Por fortuna, para ese ser horrible vivimos en la modernidad que se rige por la filosofía: "si usted no lo tiene y lo desea ¡no se preocupe! yo se lo puedo vender" (y aquí quiero pedir un caluroso aplauso a la palomilla publicitaria que nos acompaña visitando este bló, gente: les agradecemos) y entonces empiezan a vendernos belleza, pero no en el sentido que nos invita a fusionarnos, si no a través de una experiencia aparente, que por su naturaleza efímera, puedes tenerla, pero siempre querrás más y más y rapidito papá, nada de que me tengo que esforzar. Así es como se emprende una carrera tras la conquista de la belleza, y tenemos entonces al feo-horrible-de-la-cola queriendo ser Brad Pitt exponiendose a una operación para quedar como Lin Mei, pero con la satisfacción que le dio estar bajos los efectos de la droga "lo que digan los demás rules" y de invertir una buena cantidad para poder ser aceptado. Y es aquí donde uno se siente orgullo vivir en la "modernidad", donde como somos "modernos" nos volvemos mejores personas: ¡Bravo!.

Bueno eso es la belleza o yo sólo soy una fea con ardor de cola.

jueves, 8 de abril de 2010

¡Wocka, Wocka, Wocka! A.K.A ¡Güaca, Güaca, Güaca!



Siempre me ha dado mucha pena el caso de Fozzie de los Muppets, con su afán por ser gracioso y la frustración materializada en tomates al final de cada chiste. Eso de tratar de ser gracioso y causar pena ajena no está padre -aunque parece que para algunos sí, ya que la fórmula se ha convertido en todo un género cinematográfico-. Debe ser difícil ser Fozzie, a mí se me hace que su fracaso radica en que le apuesta a la versión científica del chiste, al chiste que ya fue comprobado, el que escuchó y fue hit. De lo que Fozzie no se ha percatado, es que el éxito de un chiste radica en la contextualización, no en el chiste en sí -ya que el chiste no es más que una historia que "junta lo que la seriedad separa"- como le ocurre a las "ciencias" humanas, el error es apostarle a una fórmula comprobada en vez de involucrar al sujeto en una situación, por que si el sentido del humor se rigiera bajo esos límites, en donde las personas graciosas se definieran por las que cuentas chistes comprobables estaríamos fritos (fritos jajajajaja FAIL)


Curiosamente los chistes hacen su aparición en la ausencia de la conversación, en el silencio incómodo. Nadie dice nada y entonces: "Cuenten un chiste ¿no?" y ¡boom! del anonimato sale algún valiente y dice "yo me sé uno", las miradas se dirigen hacia el animoso interlocutor de chistes y siendo sinceros, en una situación de esas, ni el mejor chiste hace reir. Lo que puede llegar a ser gracioso es que el sujeto mientras lo cuenta se le salga el moco o que se ponga rojo o que a alguien le llamen y su tono de cel sea "güaca, güaca, güaca", es decir, lo gracioso sería la situación, el contexto.


Los maestros de la contextualización del chiste son los que poseen el humor en sus manos, son aquellos seres cuya sensibilidad les permiten entender las situaciones en las cuales están inmersos, se pueden mover en ellas, comprenden la comunicación y toman elementos de ella para crear lo que yo denomino "golpes maestros" con lo ilógico (Nota mental: tienen onda !como no!). Un individuo puede estar por primera vez en un grupo de amigos, si cuenta con está sensibilidad para detectar los códigos comunicativos del grupo, puede decir algo atinado o mínimo ubicar al patiño (Fozzie) y crear un comentario (jitomatazo) dentro de los límites comunicativos que el grupo maneja -¡vena, vena!, bueno pero el chiste local es tema para otro post- . El encanto radica en el momento, en lo inesperado. Un chiste pierde su plus cuando se repite o explica, pero si ese recurso se utiliza de sopetón, puede llegar a tener éxito, como el Güaca, güaca, güaca. Nada con exceso, todo con medida.


El humor comunica de forma simple, clara e irrefutable un mensaje. Sergio Pitol relata en unos de sus books una conversación que sostiene con Carlos Monsivais -antes de que las canas le llegaran a sus cejas- en donde éste último plantea algo así refiriendose a la clase política: "Cuando la gente los conciba sólo como ratas que son, los loros que son, y no como los soberbios leones y pavorreales que creen ser, cuando detecten, ¡Claro que les llevara tiempo!, que son objeto de risa y no de respeto ni temor, algo podrá comenzar a transformarse; para eso es necesario hacerles perder base; están preparados para responder al insulto, aún más violento, pero no al humor" Bien dice un monito que dice llamarse Boris Vian que : "la vulgaridad difícilmente puede ser ofensiva para una persona vulgar" Moraleja: la idiotez se combate con humor, por ello los cartones que publican en los periódicos nos son motivo de mesas de discusión política, que se puede decir más que: "tienen razón".


No tengo más que decir sus señorias, bueno si namás una cosa: Dedicado a mi queridilla amiga Ana V. a quién extraño tanto que hasta la sueño (no sé va a hacer tradición esto de la dedicada, no se preocupe, es ocasión es-pezial)

martes, 6 de abril de 2010

¿Como está eso de estar?

Hace algunos días justamente en alguna de estas interacciones humanas que uno suele tener cuando se autodenomina "ser viviente" comencé a preguntarme ¿Por qué demonios las relaciones personales son tan complicadas? y me enrede en una maraña toda amorfa de interpretaciones, empatías, respeto, roles sociales, mensajes directos, indirectos, entrelineados, gestos, actos, actuaciones, actores, entre muchas otras cosas, pero decidí asentar mi divagar en una interacción que en lo personal ha sido las que han regido mi vida de forma mas intensa: Las amistades.

Cuando decido ser amiga de alguien, siempre he pensado que se firma un contrato de por vida, en donde lo que suelo ofrecer no es más que estar cuando se me necesite, cuando la otra persona lo requiera, y doy por hecho que uno recibe esa reciprocidad. Bajo esa premisa he regido mi interacción amistosa, no ofrezco más allá de eso y creánlo o no, me ha funcionado requetebién.

Y creo que el éxito radica justamente en el verbo: Estar.¿Qué es lo que implica está palabrita que somos tan afortunados de tenerla en nuestro español? (somo la onda, sabemos la diferencia entre ser y estar) leyendo a mi autor favorito Pablo Fernández Christlieb me encuentro con esta joya que dice mas o menos así: "Estar consiste en mantenerse por un lapso de tiempo en compañía de la situación, acompañando la circunstancia sin necesitar otra cosa que durar así, hasta que las cosas cambien". Resulta ser que estar no es mas que acompañar -ya que sólo es eso- implica una quitada de disfraces, es decir, los que están así nomás por estar, no pueden andar con presunciones ni excentricidades, sólo están. De ahí que suene tan bonito cuando a uno le dicen "quiero estar contigo", sin hacer prácticamente nada, sin acciones, sólo con respirar se puede estar. Cuando uno ya es, la cosa cambia por que implica lo que "somos" -¡redundar es lo mío!-: Sandra, psicóloga, que era medio melómana, que juzga, cuya moral ...bueno, tiene moral, que quiere hablar de sí y de lo que piensa y siente; viene el bonito juego de las egolatrías, de las presunciones, de la competitividad, que al parecer es lo que significa eso de ser en la actualidad: "Ser alguien en la vida" que eso bien se podría traducir en aparecer en un librito de historia, con una foto muy mona de uno, describiendo que hizo algo FA-BU-LO-SO en la vida, reconocimiento que le llaman, para ser pues hay facebook, twitter o uno crea un blog.

Para mi es más bonito estar y- no es por nada mi querido lector, que le quita lo virgen a este blog con sus ojitos lujuriosos- soy una de esas personas que se puede jactar de estar bien a gusto, claro que para ello creo que es importante tener cierta empatía. Es bien sabido que hay gente con la que no se puede "estar" incluso a veces son tachados de "malvibrosos" y que uno los que y dice: ¡guacala! ( bueno, de esa generalización no estoy muy segura) vaya, que uno no se siente a gusto con ellos. La empatía resulta ser - según un articulito muy bonito que me rolo mi querida amiga La. Fonseca (apoco no está bonito el apodo ¿eh? ¿te gustó nenorra?)- "ponerse en los zapatos del otro" o estar junto a otro mientras mira algo, en ambos casos significa saber mas o menos que se siente ser el otro o lo otro y ¡Oh Sorpresa! eso facilita la compresnsión interpersonal a través de las diferencias, y así es como uno tiene amistades con seres rete-diferentes.

Qué bonito funciona todo esto: clap clap clap, es más pido un aplauso también para el amor, como no!!!...Oiga, pero queda una duda ¿Qué pasa cuando uno nomás quiere ser con su cuate? ¿Qué pasa cuando uno sólo quiere amigos para que esten, esten y esten y nomás no pretenden ser empáticos? U-y! creo que aquí es donde cobra sentido aquello de : "las relaciones personales son complicadas"

Uno no suele andar por la vida pensando en éstas cosas de la empatía y ser y estar y lo complicado el proceso este de estar, por que para ser pues uno puede irse con los de la chamba, uno puede tener juntas fufurufas, decir frases pedorras, dar clases a los alumnos y decir SOY la maestra morro! (bueno, tal vez uno omite el "morro"). Pero para estar pues se puede estar con los cuates, como cuando uno pasa la semana deseando que sea viernes para poder tener "bienestar" ya sea en casa, con los amigos, con la familia, con el sexo drogas o tal vez rock.

Creo que tener amigos es estar y crear empatía y como se hace eso? Pues escuchando, escuchar implica una mirada atenta, calmar ansias del ser que quiere salir, como cuando te cuentan algo que para el otro es visiblemente importante y en tu mente estas pensando YO! YO! YO! quiero decir algo!. Para escuchar uno tiene que estar en los zapatos del otro, pensando: "no pues si yo hubiera pisado esa caca con mis zapatitos nuevos también me enojaría un chorro" por más absurda que sea la situación, al escuchar la empatía hace lo suyo, de la misma forma funciona para los eventos chingones de la vida, cosas que nos hacen felices, uno puede ser empático y brincar de alegría como si fuera propia, es lo chingón de tener amigos, uno puede estar tan implicado en el otro que es posible compartir afectos.

Dedicado a mi queridilla SrtaNavaja que me ha animado contonearme en la blogosfera.