viernes, 30 de diciembre de 2011

Un ser sabio


Existe un ser en este mundo que sin dudarlo por un instante daría su vida por mí. Es un ser que es muy diferente a mí. A él no le importa un carajo andar entendiendo lo que ocurre a su alrededor, es un ser que se preocupa por mantener sus necesidades básicas cubiertas y de esa manera para él la vida es bella. Tenemos lenguajes distintos, él no habla y tampoco le interesan las palabras, nos hemos esforzado en comunicarnos de alguna u otra forma, hemos utilizado recursos como gestos, miradas, texturas de sonidos, contactos piel a piel, que nos han permitido en momentos gloriosos comunicarnos con una naturalidad asombrosa.

Cuando hablo con este ser, me siento escuchada, aunque él nunca se ha mostrado interesado en conocer mis problemas y mucho menos darme un consejo o resolverlos (cosa que adoro de él), siempre está ahí, me sigue cuando camino, me mira atraído por los sonidos de mi boca y en algunas ocasiones, se acuesta en mi regazo y yo me siento comprendida. Cuando hablo con este ser, y veo que no se inmuta ante mis broncas, me hace pensar que me ahogo en un vaso de agua y que tal vez la vida tiene más tintes como él la ve, atendiendo a la simplicidad.

A él no le importa el dolor, no se encierra en eso, puede seguir su vida sin priorizar molestias. Tiene el talento nato de verme, ser y hacerme feliz. Tenemos en común la adicción al arte contemplativo, sentarnos y ver hacia la nada es de nuestras actividades favoritas.

Llevo nueve años conviviendo con él, nos hemos visto envejecer, nos hemos visto cambiar y cada quien entiende el mundo de manera distinta. Hoy, en él puedo ver una interesante madurez, puedo ver que la intensidad de sus respuestas cambian, que se preocupa más por atender y que ha preferido bajar el ritmo en su vida. Desde mi lente, y por mi naturaleza humana, no puedo mas que amarlo, admirar su fortaleza y envidiar la sencillez con la que ve la vida, esas características, son joyas invaluables.

Hoy a este ser del que hablo, en lenguaje humano me he enterado que está delicado de salud y en humano eso es preocupante, yo como humana que soy no puedo evitar sentirme mierda, por que lo amo. En lenguaje perro, especie a la que pertenece este ser, no pasa nada y la vida sigue siendo la correa para caminar por las calles, el correr por el patio, beber cuando tiene sed, comer cuando tiene hambre y cagar cuando haya que cagar.

Así es él, siempre mostrando su mundo. Siempre me provoca una intensa admiración, por que siempre me revela con sus actos algo, su más grande enseñanza en todo el tiempo que llevo de conocerlo es la siguiente: tal vez la vida no es para comprenderse, tal vez la vida es para vivirla. Te amo Hutch

miércoles, 3 de agosto de 2011

Reflejos

Existen algunas ocasiones en las que el universo se abre y te topas con un algo que tiene un mensaje para tí, que te dice: "Este eres tù" A mi me pasa mucho con los libros, son mi algo donde me reconozco cuando me olvido. Y en uno de esos, estas letras saltarón a mi vista, brillaron y me sacudieron:

"Esta cabeza sin duda me va a matar: no para de pensar-
Mil veces le expliqué la inutilidad de los pensamientos
Y le demostré las razones de desesperar,
Pero ella no para de pensar.
Le digo: está bien,
Pensaremos hasta que el pensamiento se agote
Pues ella duerme por fin a pesar de sí misma
Y temprano por la mañana se despierta,
Enciende su cigarrillo, toma el café antes que yo,
Y recuerda las historias de ayer y los pensamientos del ayer.
La lavo, y sigue pensando.
La peino, y sigue pensando.
Pero cuando quiero pensar en un problema que me extenúa
O en una cosa que me interesa,
Ella dime de dolor, como si le pegara con un hacha.
Esta cabeza me va a matar"

Mohammed el Adballah


Asì me he sentido mucho tiempo, el gran pero (o "d" en vez de "r", como gusten) es que a veces el pensar detiene mi actuar. Esta cabeza me va a matar.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Intenseando

Al parecer es inevitable, no quería caer en este estereotipo blogero, pero ¡qué demonios! ahí voy:

Hoy me dieron ganas de caminar con un par de ideas en la cabeza. La propia incomodidad de mis actos provocaron unas ganas intensas de soledad y deambular. Siento una ligera molestia, como un pellizco en un sentimiento más grande, abarcador, parece ser entre melancolía y placer.

¿Qué nos hace especiales? Por que ese afán de pertenecer para luego estar buscando sobresalir en esa pertenencia ¿Qué es ser especial? Creo que ser especial es el lenguaje que existe con otro individuo, esa semiótica única que encuentras en la interacción con el otro, eso que sólo existe ahí, en ese momento que es irrepetible; para mi madre soy especial por que existe una esa comunicación única, de gestos, miradas, formas, movimientos...y al parecer es uno de los motivos de por que se dice que madre es la que cría y no la que engendra.

¿Qué es ser especial? es conocer el alma, disfrutar y hacer disfrutar el movimiento de otro ser siendo, estando; especial no es ser diferente si no buscar esos momentos únicos en la interacción.

Pienso también en lo superficial en aquellas formas que están y viven y que no importa su contenido o más bien no se te antoja conocerlo, en los objetos que no los quieres hacer tuyos o las personas que no quieres que "sean tuyas" o que no estan interesadas en que tú "seas de ellas". Esas son mis relaciones, superficiales, de formas, pero no de contenidos, las razones del por qué funcionan de esa manera las desconozco, sólo sé que lo único que tienen en común soy yo y que eso me hace pensar que soy la del "problema".

Pienso en el caminar en la ciudad y su capacidad absorbedora, las múltiples facetas de una misma calle...¡lo que hace la mirada!.. son diferentes calles en el tiempo, por que uno deja de ser el mismo y permite ver otras cosas que siempre existieron, pero no estabamos preparados para ver.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Hay que formar un pensar


Hace unos días estas líneas se me pusieron enfrente: "Un día, la necesidad de espacio se hace sentir...Nos asalta de repente.." eso fue lo que sentí cuando inicie este blog, necesitaba crear un espacio, después me dí cuenta que era con un fin: pensar por cuenta propia, comprender la realidad desde un determinado punto de vista y asumir lo que implica adoptar uno. Sencillo pero difícil a la vez.


Y es que eso de tener puntos de vista es complicado, por que cuando nos preguntan lo que opinamos acerca de... dejenme ver... ¡lo que sea!, nuestra respuesta estará guiada por un análisis de "formas". Veamos: ¿Responderemos de la misma forma a la aparente sencilla pregunta -¿qué opinas de estos calcetines?-A la ñora que se le acerca sin conocerle en un centro comercial, a su jefa de trabajo, a su jefa de familia ó un experto en calcetines? Se me hace que no, y si lo ponemos más interesante: ¿Le Responderemos de la misma forma a la pregunta -¿qué opinas de estos calcetines?a la ñora que se le acerca sin conocerle en un centro comercial en Tanzania, a la jefa del trabajo de la que vive secretamente enamorado, a su jefa de familia que lo golpeo de chiquito, a un experto en calcetines que no tiene un brazo?


Si cambiamos la forma de cada personaje, cada lugar, cada ser (y eso que no planteamos la forma en la que le pregunta la amable ñora, ni la forma de ser de cada uno de nosotros) pus así no se ve como fácil saber de que forma reaccionaría uno! Lo que sí es segurito es que reaccionaríamos, de una u otra forma, lo hacemos todo el tiempo, somos expertos en analizar estas "formas" que nos ofrece la realidad y adoptar un punto de vista para responder a preguntas como ¿que opinas de estos calcetines?


¿Qué es eso de las "formas"? ¡quién sabe! pero ¿a poco no sirve para todo? . Da la impresión que la palabra forma la utilizamos para referirnos a algo de fondo, que es complejo, que es profundo, que no es tan fácil de describir, que si está para pensarle: decir "Me gustó su forma de ser" es diferente a decir: "Me gustó porque es buena onda". Decir "Me caga su forma tratarme" es diferente a decir: "Es un grosero, me hizo jetas".


Cuando no sabemos muy bien como describir algo utilizamos la palabra "forma"; por que parece que es más rico en contenido que decir tajantemente: "es buena onda" ó "es grosero". Si uno piensa en "formas" es más probable detenerse y preguntarse: "¿Cómo chingados describo su forma de ser?", invitarnos a pensar mas en ello. Si uno es concreto, tajante, superficial, dice: "Es buena onda". De un tiempo para acá alguien nos dijo que debemos ser concretos (no me crean pero si hay que culpar a alguien yo culparía a la ciencia) sin embargo, parece que para dar un buen punto de vista, es mejor pensar en "formas"; como que invitan más a reflexionar.


Volviendo al punto: podemos ser taaan buenos dando puntos de vista, lo hacemos todo el tiempo; hacemos un análisis de "formas" de la realidad, para dar respuestas de lo que opinamos, muchas veces guiadas por el sentido común; ese sentido que compartimos con los demás, por que todos lo pensamos igual: "¿Qué color es ese? ¡pus rojo!" pus sí, ¡obvio que un día todos acordamos que así se llamaría! es ¡sentido común! Pero qué tal que llegue un gringo que no sabe hablar español, ya no será rojo, será red y si llega un francés será rouge. Sabemos que pensarle en otro idioma es otra "forma" de pensar, como que carga con la cultura... entonces el sentido común es cultural.


Tener un punto de vista depende de un análisis de lo social, de la cultura, del sentido común, de las "formas" de la realidad. ¿Soy yo? o entonces para opinar, hay que pensar cada vez menos en las "formas" individuales por que como que no invitan tanto al análisis y pensar cada vez más en "formas" sociales, simplemente por que pensar por cuenta propia no es una tarea individual, ya que dependemos de lo social para construir nuestras opiniones, nuestros puntos del vista. Preguntas como ¿Qué pedo con el narcotráfico en México? ¿Porqué uno se la pasa en twittter o facebook? ¿Vale la pena pensar? ¿Qué te pareció ese libro? las debemos contestar como nos lo dictaría el sentido común: analizando las "formas" de acuerdo a nuestro lente cultural.


Y cuando llegue a esa conclusión (sin saberlo) me dije: pensar por cuenta propia, tener un punto de vista no es una tarea de mi individualidad, es un tarea colectiva, que necesita espacios para pensar en formas y divagarle sabroso, por que está forma en la que pienso (me dice mi sentido común) alguien más pensará y mi análisis de formas servirá tal vez para generar alguna opinión.


P.d- Gracias a todo aquel que me ha preguntado ¿qué pedo con mi blog? eso eleva mi ánimo y me vuelve una antisocial posteando un viernes por la noche.



miércoles, 19 de mayo de 2010

La metrópoli cerebral




Últimamente -a eso de un par de siglos- ha sido aplaudido por todos nosotros eso de la inteligencia. Es bien visto que se tomen decisiones razonadas, que los proyectos deban ser planeados y organizados (el 1.2.3 de lograr objetivos), tenemos respeto por las personas que utilizan lenguaje rebuscado y dominguero, aplaudimos como los edificios son inteligentes, las computadoras, los celulares. No cabe duda que la inteligencia es una virtud ovacionada. La cosa es que nos hemos preocupado tanto por ser listos, por vernos listos, que olvidamos que también sentimos. Tenemos como resultado sociedades en donde reprimimos nuestros sentimientos en este afán de anteponer la razón; y de repente vivimos con estrés, tics nerviosos, adictos al café, colitis nerviosas, gastritis y todas esas bonitas cosas que le llegan a la panza (que al parecer es un órgano más afectivo que el corazón); el cuerpo no aguanta, y de alguna forma debe pedir auxilio. Por más hermético que quiera ser uno, no podemos dejar de lado el componente afectivo que siempre está presente en nuestra cotidianeidad, simplemente por que nuestros pensamientos son afectivos, y pues es bien sabido que eso de dejar de pensar esta difícil.


Pensar, no es lo mismo que ser inteligente, al menos no en este escenario social. Ser inteligente parece que se reduce a decir y hacer cosas inteligentes y cuando uno piensa también puede pensar boberías, irrelevancias. El pensamiento puede ser técnico y rígido, como el de las computadoras, pero es más afectivo, por que el pensamiento a diferencia de la inteligencia no le importa ser astuto, mas bien lo que le importa es interesarse en algo o alguien. Ese es el pensamiento de nuestras sociedades, el que se interesa por cosas, como el futbol (que creo que es mas lindo escribirlo sin acento, ya que en México casi nadie lo pronuncia) En estos días mundialistas hemos visto como el país entero ha pensado en el futbol y ha modificado su rutina en torno a él, incluso algunos afirman que durante éste periodo la productividad del país caería un 20%, cosa que si analizamos, no suena muy inteligente de nuestra parte, pero si le preguntamos a cualquier tipo en la calle, tiene tooooodo el sentido que aceptemos el trato no dicho entre nosotros: "¡al diablo el trabajo, viva el Fut!"


Por fortuna o desfortuna las personas pensamos y gracias a ese pensamiento le damos atributos afectivos a las cosas, como cuando uno se disculpa con el refri, o con la estufa, por haber dicho tal o cual cosa, cuando piensa que la computadora se "volvió loca" o que el coche es como un hijo. Las sociedades piensan por que sienten. El sentir nos permite ver totalidades, no segmentos, nos sitúa en un tiempo y un espacio en donde solamente fluye el acontecer de forma continua, produciendo y negando formas que están conectadas, no que están separadas, para separar está la inteligencia. Piense cuando nos encontramos tristes no somos tristes a ratitos, el sentimiento abarca, nos secuestra, y tooooodo parece muy triste, o cuando uno se enamora, que de repente tooooodo se enfoca en la cosa que ama, o cuando uno tiene dolor de panza, parece que tooooodo lo que está alrededor está regulado por ese sentir.


La inteligencia en contraste, fragmenta, por que cree que es mejor abordar los fenómenos por partes y no es práctico ni eficaz ver las cosas en su totalidad, como las empresas en donde todos tienen una tarea bien establecida para que funcione; la inteligencia nos ha llevado a especializarnos cada vez mas en áreas particulares, a hacernos cada vez mas "chingones" en lo nuestro. Especializarnos en ciertas funcionalidades, desde criar hijos hasta hacer dinero como el Carlitos Slim. La inteligencia segmenta la realidad en tareas separadas, que constituyen un trabajo total.


Sentir, pensar abre los conductos al proceso cultural, nos permite encontrar el sentido que le damos a la vida. Culturalmente el sentido que tenemos de la vida en las metrópolis es trabajar, para tener dinero, no para hacer cosas, si no para tener maaaas dinero, pero si abrimos nuestra percepción y comenzamos a sentir a nuestro alrededor, tal vez comencemos a preguntarnos ¿qué sentido tiene nuestra existencia en la vida? ¿en qué realmente nos interesamos? sé que no suena muy atractiva la reflexión, pero al menos no actuaríamos como maquinitas y priorizariamos nuestros sentimientos, antes de reprimirlos. Parece que eso en este momento en nuestra metrópoli cerebral, no lo estamos haciendo.

martes, 11 de mayo de 2010

La vie


De todas las analogías que se puedan hacer de la vida, la que más me gusta es: la vida es como una montaña rusa (fue difícil elegir, por que con el ritmo de Jhonny Laboriel con "la vida es un tómbola" y la sinceridad de Homero Simpson con "la vida es como una naranja" la contienda estuvo reñida); y es que emocionalmente describe perfectamente como en la vida tenemos momentos en donde estamos arriba, felices, con emoción, sintiendo y sintiendo cosas en la panza, con ganas de vivir, de arriesgarse; por que la vida no está hecha de cosas medibles, ni conductas, ni quehaceres, ni objetivos, si no de puritito sentimiento; de ahí que en el TOP de todos los tiempos de "cosas que dan sentido a la vida" este el amor ( a los hijos, a su gato, perro, pareja, padres, chambas, etc) y Dios, que es una entidad totalmente sentimental, vivimos por que sentimos, el que no siente esta muerto -literalmente-, tan cierto es que hasta el soudntrack cotidiano está lleno de rolas que nos hablan de ello, de los sentimientos, rolas cuyo tópico se puede resumir en: "sin tí no vale la pena vivir" en el micro, en el metro, en la ducha, en el coche, en la ofinica, etc, que nos recuerdan todo el tiempo que a esto de lo sentimental lo hace uno "sentir vivo ou-oh-oh-oh-óh!".


Y es que es re-sabroso estar viviendo con la piel chinita, con sentimientos a flor de piel, con hoyos en la panza o mariposas en el estómago, a veces uno es tan distraído que ordinariamente no se da cuenta de los momentos en que está siendo feliz, la iluminación llega después, generalmente cuando ya estamos en la lejanía y decimos: "estuvo bien chido, me la pasé increíble, fue la onda, que se repita" y gracias a los sistemas estos del cerebro que siempre nos hace paros en los momentos adecuados, nuestra memoria hace lo suyo atesorando esas imágenes, colocando los sucesos en la categoría: "como olvidar cuando..." Y es que estamos tan mal acostumbrados a pensar que la felicidad está en el futuro, que trabajamos para llegar a ella, como si fuera el objetivo, y no nos damos cuenta que en el camino de la vida nos toca unas cuantas veces, tal vez al día, a la semana; parece que estamos tan metidos en nuestros asuntos "importantes" que hasta la felicidad pasa inadvetida. La felicidad no es eterna, es efímera e intermitente, como aquellos momentos en donde estamos arriba en la montaña rusa, esperando ávidos la picada con "susto pero con gusto" -parafraseando a la filósofa latinoamericana, de corte totalmente existencialista ¡Ana Barbara!, hay que juntar firmas para que: "me asusta pero me gusta" sea su epitafio ¿no? yo sé que por acá pasa mucho fan-.


Ni modo, inevitablemente uno tiene que ver y vivir la picada, los diversos tipos de situaciones a los que se puede enfrentar un ser humano, que puede estar preparado o no para desafiarlas, que nos hacen estar de un momento a otro en una agraciada horizontal, en una estabilidad, o nos lleva a estar abajo en la montaña, deseando volver arriba, que no necesariamente es malo, si no que la misma distancia que del suelo a las alturas, provoca cambios . Sí, la realidad adopta formas confusas, incluso amorfas, oscuras, tristes, que provoca que uno se sienta de la mismisima fruta! pero reta a nuestra creatividad a salir de ese estado, buscando formas de emerger de ella, a través de un motor que no es mas que otro sentimiento: la melancolía, que nos ubica en el escenario adecuado para revolcarnos en nuestros lodos y mierdas y nos facilita las herramientas para descubrir verdades, nuevas ideas, conocimientos, todo con la finalidad de evitar seguir sintiéndonos absurdos y cual ave fenix resurgir de nuestras cenizas para subir de nuevo y volver a caer, en picada.


¿Qué sentido tiene estar en esta montaña? ¿qué sentido tiene estar arriba para luego caer? ¿qué sentido tiene la vida? Soy una insolente por plantearmelo y mas aún por aventurarme a dar una respuesta. A mi me queda claro que la razón por la que me levanto cada mañana para vivirle es por que en la realidad hay cosas que me interesan, la familia, los amigos, mi perro, libros, peliculas, que el cielo este nublado, que esté soleado, la chamba, las notas del periódico, escribir mi blog, la conversación, los espejos, los chistes y cualquier tipo de cosa que se pueda imaginar, la realidad debe ser interesante, si no me interesa nada ¿valdrá la pena vivir? lo dejo a su criterio.


Por el momento me encuentro abajo o ando en picada o no sé si ya llegué, supongo que el tiempo dirá, yo soy paciente y sigo esperando.Tengo tanta fe en qué lo que expongo aquí es cierto, que estoy convencida que algo cambiará y que encontraré la forma de sentirme mejor, por que finalmente si la vida es como una puta montaña rusa, eventualmente estaré escribiendo desde arriba...así que mas me vale tener razón.

miércoles, 5 de mayo de 2010

El mirror


¡Levante la mano el que NO tenga un espejo en su hogar!... ¿No?.... ¿Nadie? Fíjese namás. Contar con un espejo es tan básico como tener un retrete en nuestras vidas. El espejo cumple las reglas tanto físicas como psicológicas de la reflexión; al parecer todos los seres humanos necesitamos reflexionar al menos cada mañana en nuestras vidas, necesitamos vernos, reflejarnos, reconocernos.

Y no solo hacemos está bonita tarea frente al espejo, no conforme con tener uno en nuestra casa, también andamos reflejándonos en cada cosa que se nos pone enfrente (léase personas u objetos). Cada que establecemos una relación con alguien o algo -y me refiero desde pagarle al señor amable del micro, hasta la mermelada que elegimos para nuestros panes tostados- estamos llevando a cabo interacciones, reflexión; como quien dice nos andamos reconociendo a diestra y siniestra, establecemos nuestras relaciones con objetos como con las personas basándonos en este reconocimiento. Si yo no veo nada que me identifique en una persona o cosa pues no le voy a poner mucho interés que digamos, así es como uno se hace de amigos y de ciertos productos, a través de la identificación. Nuestra personalidad está dictada por estas relaciones, si yo conozco a alguien que tenga increíbles ideas, pues voy a adoptarlas -Sandra es la onda, eso de la reflexión y los espejos si se la compro- y si no, pues las voy a desechar pero también tomaré una postura al respecto -Pinche Sandra loca, espejos y reflexión hueva, hueva!-. Nuestra forma de vestir, nuestra manera de hablar, nuestros gestos, las palabras que utilizamos, nuestras ideas, lo que somos, son producto de estas interacciones, de estas reflexiones que llevamos a cabo en los espejos que la realidad nos ofrece. Entre mas uno se va reflejando en espejos de todos tipos: personas, lugares, cosas, situaciones, conversaciones, lecturas, ideas y un gigante etcétera pues uno tiene mas chance de explorarse a si mismo a través de la reflexión.

Y es que esa necesidad de reconocernos es taaaaaan vital para el ser humano, que necesitamos comunicarlo, como si uno le estuviera diciendo al mundo: ¡Mira! !Mira! ¡Estoy vivo! ya lo dice Javier Marias: "No soportamos que nuestros allegados no estén al corriente de nuestras penas, no soportamos que nos sigan creyendo más o menos felices si de pronto ya no lo somos, hay cuatro o cinco personas en la vida de cada uno que deben estar enteradas de cuanto nos ocurre al instante (...) que nos crean vivos si nos hemos muerto". El lenguaje es una de las formas de estar llevando a cabo la reflexión, la conversación, por que como bien lo dice Marías uno tiene la necesidad de poner al tanto al otro de nuestras vidas, por que cuando uno tiene enfrente alguien para charlar de su existencia y comienza hablar de lo que paso en el día, de como le fue en el trabajo, del chiste que le hizo reir, de la ñora del metro que aventó su bolso estando fuera, de la tristeza, felicidad, amor que le provocó tal o cual cosa, no hacemos más que pronunciar lo que tal vez en ese momento ni uno sabía, por que cuando nos narramos de paso uno se está enterando de lo que uno mismo dice, reflejándonos en nosotros mismos. Incluso cuando uno piensa, existe un monólogo, que no es mas que una forma mas de conversar, pero con uno mismo, con el ser social que se ha creado através de estas interacciones espejiles que tenemos a lo largo de nuestra vida, si lo social no es externo amigos, esta bien dentro, cuando uno se ve al espejo cada mañana, lo que ve no es un individuo, si no un ser social. El individuo es sociedad.